El gallego y el portugués son dos lenguas hermanas que comparten raíces profundas en la península ibérica. Aunque a menudo se pueden parecer a primera vista, tienen diferencias significativas en términos de pronunciación, vocabulario, gramática y, en menor medida, ortografía. En este artículo se van a analizar estas diferencias para arrojar luz sobre las particularidades de estas dos lenguas tan íntimamente relacionadas.
Principales diferencias entre el gallego y el portugués
Orígenes y contexto
Ambos idiomas, el gallego y el portugués, evolucionaron a partir del latín vulgar que se hablaba en la península ibérica durante la época romana. A medida que las comunidades en esta región se desarrollaron y se separaron geográficamente, estas dos lenguas comenzaron a diferenciarse, aunque conservaron muchas similitudes. El gallego se habla principalmente en la comunidad autónoma de Galicia, en el noroeste de España, mientras que el portugués es la lengua oficial de Portugal y se habla ampliamente en Brasil y otras antiguas colonias portuguesas.
Pronunciación
Una de las diferencias más notables entre el gallego y el portugués es la pronunciación. El portugués tiende a tener una pronunciación más nasalizada en comparación con el gallego. En el portugués, las vocales nasales son comunes y se distinguen claramente, mientras que en gallego, la nasalización no es tan prominente. Además, la entonación y el ritmo del habla pueden ser diferentes entre las dos lenguas, lo que puede dificultar la comprensión mutua para hablantes no familiarizados.
Vocabulario
A pesar de las similitudes léxicas, hay diferencias notables en el vocabulario entre el gallego y el portugués. Muchas palabras son compartidas, pero suelen tener matices o significados ligeramente diferentes en cada lengua. Por ejemplo, la palabra “bom” en portugués significa “bueno”, mientras que, en gallego, se usa “bo” con el mismo significado. Estos pequeños matices pueden llevar a malentendidos si no se comprenden las diferencias.
Además, el portugués ha adoptado un mayor número de préstamos lingüísticos de otras lenguas debido a su historia colonial, lo que significa que tiene una riqueza léxica más amplia en comparación con el gallego.
Gramática
En términos de gramática, el gallego y el portugués comparten una estructura básica similar, ya que ambos son lenguas romances. Sin embargo, hay diferencias notables en la conjugación de verbos y en la declinación de sustantivos y adjetivos.
En el portugués, los verbos tienden a tener más formas conjugadas que en el gallego, lo que puede hacer que la conjugación de verbos sea más compleja en portugués. Además, en el gallego, la declinación de sustantivos y adjetivos es menos marcada que en el portugués, lo que significa que las palabras no cambian tanto según el género y el número.
Ortografía
La ortografía del gallego y el portugués tiene similitudes, pero también diferencias notables. Ambos idiomas utilizan el alfabeto latino, pero el portugués tiene algunas letras que no se encuentran en el gallego, como la “ç” y la “õ“. Además, la ortografía del portugués ha experimentado reformas en el pasado que han llevado a ciertas diferencias en la escritura en comparación con el gallego.
Mutual intelligibility (inteligibilidad mutua)
A pesar de las diferencias mencionadas, los hablantes de gallego y portugués pueden entenderse mutuamente en gran medida debido a sus similitudes gramaticales y léxicas. Esta inteligibilidad mutua es más alta para aquellos que tienen más experiencia con ambos idiomas o que están expuestos a ellos de manera regular.
Conclusiones
El gallego y el portugués son dos lenguas íntimamente relacionadas que comparten raíces históricas y geográficas en la península ibérica. Aunque tienen similitudes notables en vocabulario y gramática, las diferencias en la pronunciación, ortografía y algunos aspectos gramaticales pueden dificultar la comunicación fluida entre hablantes nativos de ambos idiomas. Sin embargo, la inteligibilidad mutua es posible y se ve facilitada por la exposición y la familiaridad con ambas lenguas. En última instancia, estas dos lenguas, aunque distintas, son un gran ejemplo de cómo las lenguas pueden evolucionar y diferenciarse a lo largo del tiempo y el espacio.
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